Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al abismo, metiéndolos en tenebrosas cavernas y reservándolos para el juicio. (2 Pedro 2:4)
Y a los ángeles que no mantuvieron su posición de autoridad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene perpetuamente encarcelados en oscuridad para el juicio del gran Día. (Judas 1:6)
A este ángel que tenía la trompeta, la voz le dijo: "Suelta a los cuatro ángeles que están atados a la orilla del gran río Éufrates." (Apocalipsis 9:14)
Los demonios le rogaron a Jesús: "Si nos expulsas, mándanos a la manada de cerdos." (Mateo 8:31)
Luego va y trae a otros siete espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así que el estado postrero de aquella persona resulta peor que el primero. Así le pasará también a esta generación malvada. (Mateo 12:45)
Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan. (Santiago 2:19)
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viernes, 7 de noviembre de 2008
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