Seguidores

sábado, 1 de noviembre de 2008

EL DAIMON EN EL CRISTIANISMO PRIMITIVO


La idea de los dáimones fue tergiversada y mutada en la del demonio de la cultura judeo-cristiana, «un espíritu maligno que puede poseer a los humanos». La traducción griega del Septuaginta, hecha para los judíos que hablaban griego de Alejandría, y el uso de demonio en el texto griego original del Nuevo Testamento, causaron que la palabra griega fuera rápidamente aplicada para el espíritu judeo-cristiano por el siglo II d. C. Luego, durante la Antigüedad tardía, las concepciones paganas y los exorcismos, la parte de la atmósfera cultural, se convirtieron en creencias cristianas y rituales de exorcismo.
La motivación específica para la orgía de inspirada destrucción de la escultura griega y romana fue desatada al final del siglo IV, tan pronto como la Cristiandad se vio más estable, se revela aquí: las imágenes estaban habitadas por demonios. En las fases de la cristianización de las poblaciones romanas al cristianismo oficial del tardío siglo IV, los teólogos, los ermitaños y los monjes, y los obispos y los presbíteros que influenciaban a la población, tuvo su repertorio de ideas, cuáles derivó a la Biblia y a la cultura ambiental de la Antigüedad tardía.
Cipriano de Cartago desenmascaraba a los dioses de los paganos como un engaño del evemerismo en su ensayo En la Vanidad de los ídolos, pero él se refirió así para decir a los demonios:
Son espíritus impuros y errantes, quién, después de haber estado imbuido en vicios terrenales, se han ido de su forma celestial por el corrompimiento de la tierra, y no cesa, cuando se es arruinado uno, buscan la ruina de otros; Y cuando se degradan ellos, al infundir en otros el error de su degradación. Estos demonios que los poetas también reconocen, y que Sócrates dio fe de que él estaba adiestrado y dominado en la voluntad de un demonio; y por eso los Reyes Magos tienen un poder tampoco para esa travesura o para la mofa, de a quién, sin embargo, el principal Hostanes observó ambos puntos de vista y señaló que la forma del Dios verdadero no puede ser vista, y da fe de que los ángeles verdaderos están parados alrededor de Su trono.Estos espíritus, por consiguiente, acechan bajo las estatuas e imágenes consagradas: estos inhalan los pechos de sus profetas con su aflato, animan las fibras de las entrañas, los vuelos de aves lo manipulan, rijan los lotes, le dan la eficiencia a los oráculos, siempre confunden el engaño con verdad, pues son ambos engañados y engañan; disturban su vida, desasosiegan sus somnolencias; sus espíritus entrando también sigilosamente en sus cuerpos humanos, en secreto aterrorizan sus mentes, deforman sus extremidades, quebrantan su salud, excitan enfermedades a forzarlas a adorar de ellos mismos, tan cuándo harto con el vapor de los altares y los montones de ganado, pueden soltar lo que habían atado, y así también aparecen para haber efectuado una cura.
Los demonios son lo suficientemente verdaderos —«el principio es lo mismo, lo cual induce al error y engaña, y con trucos que hacen más oscura la verdad, las pistas fuera una canalla crédula y tonta»— depende de ellos que es engañoso. De este modo los daimones pasaron fácilmente en daimones cristianos.

No hay comentarios: